A veces sólo quiero oír silencio…
Silencio salpicado de gorgojeos y colores, silencio acariciado por la brisa tenue del atardecer, silencio…
En ocasiones sólo quiero oír silencio, y sumergirme en mis pensamientos más profundos desde la superficie del mundo; contemplar suavemente, el ardiente colorido de la experiencia disfrutando del misterioso aliento de la vida, y sentir cómo la carga que apelmaza mis trapecios, se hace más ligera, y se desvanece…
Es difícil de explicar, pero, a veces, apetece olvidarse del mundo para encontrarse con él, u olvidarse de la vida que puebla la mente para encontrarse con el corazón, donde habita una vida mucho más valiente, más tranquila, más alegre… ¡más feliz!
A veces, sales a pasear y descubres, que en algún lugar del mundo sigues estando tú, sin miedos, sin temores, con sonrisas, con suspiros, con mucha paz.
De vez en cuando, paras, caminas lento, sales a contemplar y disfrutas…
Patrichueck said,
abril 8, 2011 @ 9:00 pm
Una foto que lo dice todo sin palabras. Gracias, Fernando.
FaNi said,
abril 9, 2011 @ 10:06 pm
El alma habla cuando enmudece la palabra y se pronuncia el silencio
Jose said,
abril 10, 2011 @ 5:47 pm
Hola, yo soy de Santa María del Páramo, aunque ahora vivo en Plasencia (Cáceres), y sí que echo de menos esas sensaciones de libertad que dan las amplias llanuras, esos artardeceres tan espectaculares que hay en los páramos.
Patrichueck said,
abril 10, 2011 @ 7:55 pm
La fotografía que ilustra el relato está hecha en La Bañeza, no es de extrañar que te resulte familiar el tipo de paisaje que muestra. Lo bueno de echar de menos algo es que cuando vuelves a encontrarlo lo disfrutas todavía más.
luisa said,
May 8, 2011 @ 9:16 pm
Como siempre Patri, tus líneas inmejorables y preciosas