Archive for noviembre, 2016

Victoria

¡Cuánto te he luchado, tierra hermosa! 

Cuánto y de qué manera he dibujado tus siluetas en mis esperanzas y mis sueños, en los recuerdos de aquella infancia que tan grabada ha quedado en el alma, y en el cuerpo, con esos sabores y olores que han recorrido mis sensaciones. 

¡Cuánto te he querido, tierrina mía! ¡y cuánto te quiero, torcito de mi historia! Con esas figuras que tanto quise y tanto querré eternamente, con la manguera entre las manos, regando lechugas, berzas, patatas, ajos, cebollas,… y, a veces, el manzano, el guindo, el nogal,…

¡Qué ganas de volver a recorrerte y saberte mía! Quizá contra todo pronóstico, pero mía, muy mía, y sentir que las décadas no te han alejado de mí, ni de mis descubrimientos de niña curiosa, ni de mis aventuras cazando saltipajos, o alimentando topillos a biberón, ¿cómo olvidarlo?

Memoria, bendita memoria que me abrazas con  cariño y me recuerdas lo bueno y lo malo, descubriéndome valiente, serena y feliz, satisfecha en los silencios que pueblan de ausencias mis escritos, cuando la vida arrasa con sus prisas, y la mente necesita un descanso. 

Tregua, una y mil treguas, porque la guerra desaparece, se diluye la lucha, y la barbarie se difumina como lo hace la niebla entre los rayos del sol.

Y esta noche, las estrellas brillan con la magia que adorna tus noches, y mañana, el sol vuelve a aparecer en un mundo cubierto de frescura otoñal… porque eres León, y en tus colores, en tu geografía, se dibuja mi sonrisa cuando el nombre de Cifuentes, aparece junto a Rueda

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