Cuando el cuerpo ya no puede, siempre hay un algo que anima a seguir, como ese aliento cansado que parece desfallecer pero nunca lo hace, así, así sucede…
Caminar un paso tras otro, y avanzar por un camino que de llano y sencillo que parece, se torna monótono y agotador, imposible, como en la vida, a veces solo, a veces bien acompañado, el camino del peregrino se hace con los pies, con los deseos y las intenciones de quienes ofrecen el sacrificio en forma de sudor y calor por aquello que aman, que añoran, que sueñan con las ruedas de la fe.
Convertido en tradición, turismo, descubrimiento, aventura, el Camino de Santiago recorre millares de minutos de la historia de una Civilización, la Cristiana, la Europea, la de un mundo medieval en el que la Península Ibérica se dividía entre moros y cristianos, ¿acaso lo hemos olvidado? y judíos, cierto, judíos también, sefardíes, los que todavía conservan las llaves de aquellos hogares que dejaron atrás en los reinos cristianos del norte, allá por el siglo XV.
El Camino de Santiago es un recorrido por la propia historia convertida en paisajes y monumentos, y en cada iglesia, en cada cruz de piedra que se alza en el camino, se refleja un lenguaje sin palabras que el caminante podía entender, y puede entender, pues muchos son los que no reconocen la historia de la Salvación en cuantas esculturas adornan la geografía.
Te animo a descubrir el Camino de San Salvador, y por qué “quien va a Santiago y no va al Salvador, visita al criado pero no a su Señor”, te invito a comprender cómo las huellas de la antigua Vía de la Plata se convirtió en parte del Camino de Santiago, a sorprenderte ante el paso entre montañas de quienes caminaban sobre las huellas de la Antigua Vadinia, y a unirte al famoso Camino Francés, el que descansa su andadura haciendo de Sahagún la mitad del trayecto, el que discurre por Mansilla de las Mulas, el que une la fe, la historia y la cultura de un pueblo que sigue peregrinando hacia tierras gallegas en busca del preciado jubileo.
Descubre lo que es soñar con los pies, atraviesa la provincia con más kilómetros de Camino de Santiago, encuentra las bellezas del antiguo reino de León, y cuando hayas peregrinado recorriendo rincones tan hermosos, descubre una nueva ruta, entre polvo, ilusiones, experiencias y sensaciones, porque si no sientes con el alma, si no sientes con los pies, te perderás la esencia de una experiencia Patrimonio de la Humanidad.