Posts tagged Lancia

Vini, vidi, vinci

Mi mágico León: yacimiento astur-romano en Lancia, en León. León. Turismo cultural.

Se quedó y venció

El fragor de la batalla mantenía la espera en un silencio absoluto: mudo, expectante, esperanzado en unos, despreciado en otros, difícil en todos.

Cual soldados apostados frente a las puertas del hogar, las huestes de la cordura y el respeto, presentamos las armas al enemigo, un enemigo despiadado y cruel, mentiroso, soberbio, que pretendía despojar la ciudad de todo atisbo de vida, de esperanza, de recuerdos,…

Mas la perseverancia y la unión, hicieron la fuerza y frente lo inesperado, la antigua ciudad resurgió cual ave fénix, el destino dio un giro a su favor y se impuso la fortuna por encima de la corrupción y el poder económico.

Muchos son los siglos que han transcurrido desde que aquellas calles, ahora sumergidas bajo el polvo de dos milenios, fueran recorridas de arriba a abajo, muchas las toneladas de olvido sepultando la historia de la gran Lancia, pero ahora, de nuevo, con ímpetu renovado, empieza a resurgir de la tierra aquella maravillosa ciudad; la misma ciudad en la que germina la semilla que plantaron los astures hace ya tanto.

Una nueva primavera está aquí, y abriendo sus pétalos, suave, silenciosa, victoriosa… Lancia.

Comments (3) »

Me he puesto a recordar

Mi mágico León: en el término municipal de Villasabariego está Lancia. León. Turismo cultural.

Recuerdos de piedra y tierra

Hoy me he puesto a recordar.

Me he puesto a recordar, a recordar historias contadas en algún rincón de la montaña, una noche de primavera, cuando una voz narraba la historia de un pueblo feroz y valiente, aguerrido y fuerte, como las montañas que aquella tarde recorrimos…

Me he puesto a recordar, a fantasear de nuevo con guerreros valientes de cabello largo que habían hecho del frío y la nieve su guarida y religión, que amaban su tierra por encima de todo, y así la protegían…

A recordar, que entonces no sospechaba, que la misma tierra en la que moró su gran urbe, todavía descansaba bajo el olvido, que en cualquier momento podía desaparecer, si la palabra Lancia, volvía a aparecer.

Quisiera, ¡tantas cosas quisiera! quisiera volver a escuchar contar historias de aquel pueblo que une tantas provincias, sin que los herederos del pasado hayan llegado a comprender aquel legado.

Quisiera entender porqué las miradas no mienten y las personas y sus acciones sí lo hacen…

Los deseos son eso: anhelos, y… ¿sabes qué? los deseos mueven el mundo: la fe, la esperanza, el amor… son deseos…

Deseos como los que mueven a muchos a desempolvar recuerdos olvidados, y descubrir cómo las piedras narran su propia historia, aquella que habla de la alegría al compartir de quienes, Estrabón contó en su día, «Toman sus comidas sentados, haciendo alrededor de la pared bancos de piedras. La comida se sirve en giro. Durante la bebida bailan en rueda acompañados por flauta y corneta o también haciendo saltos y genuflexiones… Todos llevan generalmente capas negras y duermen sobre pajas envueltos en ellas.»

¿Te imaginas? Imaginar siempre es más fácil con un libro, con una pintura, con una fotografía, con una… ¿ciudad?

Te invito a recordar, te invito a imaginar contemplando la fotografía arqueológica de Lancia.

Comments (4) »

De ayer, de hoy… ciudades

Mi mágico León: Lancia, ciudad astur-romana bimilenaria. Más de dos mil años de antigüedad. Yacimiento arqueológico en León. Turismo cultural.

A pesar de los años, una fotografía en color

Gentes y más gentes procedentes desde cualquier lugar del mundo, ¿dónde irán?

Personas de carne y hueso, con historias y vidas diferentes, que, sin embargo, en el fondo, anhelan encontrar lo mismo… ¿qué será?

Piedras y más piedras… y barro… ladrillos de otros tiempos, con otro color, con otra textura, con otro material…

Historias entrelazadas en el mar de la vida, en cuyas olas se mecen los sentimientos, las realidades, las obligaciones, las penas…

Las ciudades que conocemos, ya no son como las conocimos: alguna obra cambió sus aceras, y sus muros, cambió sus calles, y la dirección del tráfico,…

Las ciudades cambian su aspecto, ¿y las personas cambian?…

Cambia su vida.

Cambia la vida y las costumbres, pero el amor, siempre será el amor, y el rencor, siempre será el rencor, porque… ¿quién no se ha enamorado nunca?, ¿quién no ha sentido nunca la daga de la ira?

Las ciudades conforman la orografía de un paisaje que el ser humano moldea a su antojo, y cambian la silueta de un horizonte, que, desde algún lugar, conduce a aquel meollo de ideas, palabras, trabajos, pasiones…

Los parques, las fuentes, las casas, las calles… los hornos, las vasijas, los canales,…

Pasear, beber, vivir, comer… cocinar, lavar, discurrir…

Al mirar una fotografía en blanco y negro, ¿no te gustaría convertirte en una especie de reportero del futuro y viajar al pasado?, ¿no te gustaría formar parte de aquella realidad, de aquella imagen en color y en movimiento?

Camina por las calles de tu ciudad, de tu pueblo,… escucha los sonidos que te rodean,… vive el presente; y cuando quieras volar en el tiempo sin moverte del hoy, dirígete a Villasabariego, y pregunta por Lancia, porque urbes hay muchas, pero ciudades de dos milenios que ni el tiempo, ni el abandono han podido borrar, pocas, muy pocas…

Comments (12) »

Rebelde con causa

Mi mágico León: en los Altos de Villasabariego, muy cerca de la ciudad de León, está la ciudad astur-romana más importante de la historia: Lancia. León. Turismo.

La historia se rebela

Apostado frente a una mole de papeles y anonimato, firme sobre la convicción absoluta de que el bien, la justicia y la verdad deben triunfar, hay un mar de almas herederas de un pasado convertido en presente, hay un mundo de piedras y barro, de arqueología e historia, que tiene un nombre muy sencillo, tanto como la más suave caricia que esconde una infinidad de amor.

Apostada frente a las puertas del futuro, con el ímpetu presto para abrirlas con la llave de la sabiduría, está Lancia, la mítica Lancia que los astures defendieron con todas sus armas y los romanos respetaron como testimonio sempiterno de las huellas de un imperio.

Valiente, con su ejército de curiosidad y respeto, con el deseo irrefrenable de compartir con la humanidad el legado de la Historia, Lancia avanza, con paso, lento pero valeroso, de quien confía en la victoria que ha de llegar tras luchar una dura batalla.

Una batalla a sangre y fuego, una batalla contra el asfalto, una batalla a favor de la educación y el progreso, una batalla más, y esta vez… ¿quién vencerá?

No lo dudes y grita: -«¡Lancia!»-.

Comments (3) »

Ideas brillantes

Mi mágico León: Yacimiento astur-romano de Lancia en el término de Villasabariego, en la provincia de León. León. Turismo

Parte del rompecabezas

Contemplar un paisaje, un lugar apartado y desolado, y preguntarse cómo sería hace mil años, o dos mil, o… quién sabe.

Admirar la belleza absoluta de unas montañas señoriales y unos valles profundos, y preguntarse si siempre fueron iguales, si siempre estuvieron como lo están ahora, y los pueblos… ¿de dónde surgieron? ¿quién fue el primero en tener la brillante idea de morar en el aquel paraje? ¿por qué allí?

Dicen que las cosas más importantes no se ven a simple vista.

Fe, esperanza y amor, mueven el mundo, aunque a veces no lo parezca, pero por cada bomba que explota hay millones de caricias silenciosas que llenan la vida de motivos para seguir luchando, y sin embargo, quizá tan sólo un alma perciba cada uno de esos detalles que brotan del corazón.

Fe, esperanza y amor no se ven, se ve el resultado de su existencia, pero nadie conoce su forma ni color exactos, y… ¿sabes qué? eso mismo ocurre con el presente…

El presente y la historia, la caricia y el amor, ¿en qué se parecen? ¿se parecen en algo? puede que sí…

Se parecen porque la caricia es el resultado del amor, y el presente, el resultado del pasado, de la historia, que más cercana o lejana, ha dejado sus huellas en el hoy para dar forma a la realidad que conocemos.

«Todos los montañeses hacen una vida sencilla», decía Estrabón allá por el siglo I a.C., y después de más de dos milenios algunas cosas no han cambiado tanto…

Una invasión, y otra, y otra más, guerras y más guerras, gentes peregrinando desde y hacia muchos lugares, costumbres arraigadas que se suavizan con el tiempo pero no desaparecen, astures, romanos, visigodos,…

Es interesante descubrir, como si de una novela se tratara, las costumbres, ropajes y caracterización de los habitantes de la historia.

Es curioso desgranar detalle a detalle, los acontecimientos escritos en el aire y el tiempo, que difícilmente se pueden leer, y a veces, como si fuera un jeroglífico que alguien consigue descifrar, se halla una respuesta, el rompecabezas empieza a tener más sentido, y el presente deja de ser una isla en un mar de incomprensión, y al mirar hacia atrás, se descubre un sendero que había permanecido oculto bajo las aguas de la ignorancia.

Algo así es lo que acontece cuando la historia se hace presente y regala pedazos de otros tiempos en piedras escondidas bajo un mar de polvo y tierra durante centenares de años, y un día, como por arte de magia, sale a la luz…

Sale a la luz, al resplandor de una nueva realidad iluminada por las huellas de un pasado que nunca se va del todo.

Porque alguien un día tuvo la brillante idea de plantarse allí… Lancia.

Comments (6) »

La bella desconocida

Mi mágico León: detalle del Palacio de los Quiñones en Riolago de Babia. León.

Desvelando misterios desde una rendija

Nada, no hay nada…  

Recorres los caminos que marcan la tierra y no ves más que campos, arroyos, montañas, ríos, valles… y no hay nada…  

No hay nada, algún animal quizá, puede que encuentres corzos, jabalíes, zorros, lobos, y, hasta, si me apuras, puede que tengas la suerte de encontrar un oso… pero no hay nada…  

¿Y qué es la nada? Es la ignorancia de no saber qué hay, y si no lo ves, entonces… ¿no hay nada?  

Las cosas más importantes no se perciben a primera vista, no se conocen con una sola mirada, y por eso, cuando conoces a alguien, descubres sus secretos, escuchas su voz, recuerdas sus palabras…  cuando eso sucede, te das cuenta que un sentimiento de cariño ha nacido en ti.  

Cántabros, vadinienses, orníacos y romanos,…  

Condes, señores, siervos, campesinos, pastores, herreros, agricultores, ganaderos,..  

Guerras, paces, acuerdos… y me pregunto cuándo y dónde… ¿dónde están?  

Los nombres esconden secretos: Cea Fontis, o si prefieres, Cifuentes, ¿qué significa? Agua… Cea es la partícula prerromana, Fontis el genitivo latino que define el lugar del agua; Palacios de la Valduerna, o tal vez Castillo del Valle del Ornia, donde se asentaron los orníacos y se construyó el gran palacio de los Bazán, más allá de lo que los más ancianos del lugar, son capaces de recordar…  

Los nombres esconden misterios, a veces ininteligibles, desde el vocabulario que manejamos, y se nos escapan Carande, Besande, Salio… y ni siquiera sospechamos que su nombre es de origen celta… que su toponimia remonta su nacimiento a la remota Vadinia…  

Vadinia, Lancia, calzada romana, castros, hórreos, pallozas, castillos, monasterios, ermitas, iglesias, Camino de Santiago, ruinas… todo tiene un porqué, todo tiene su razón, y si lo descubres, si miras con curiosidad por la rendija del presente, entenderás que te vas enamorando…  

Si observas el paisaje e intentas mirar con los ojos que ven algo, entenderás porqué esta tierra es tan serena y tan callada, porqué es tan misteriosa que esconde sus tesoros…  

Entenderás porqué la tierra leonesa, es la bella desconocida.

Comments (5) »

Caliente, caliente

Mi mágico León: en el yacimiento arqueológico de Lancia, en León, se ha descubierto este horno antiquísimo. Lancia: ciudad astur-romana de la antigüedad. León. Turismo.

Horno de ardientes recuerdos en el corazón de Lancia

El crepitar de una hoguera una noche a finales de otoño, cuando el calor luminoso del verano se siente ya lejos, y el frío del invierno empieza a asomar en el horizonte.

El ardiente fulgor de las llamas que hipnotizan la mirada y transportan a cualquier lugar del planeta… o de la historia…

Es el fuego.

Tic, tac, tic, tac… las agujas del reloj dan marcha atrás y te llevan a un mundo lejano, muy lejano.

Se escucha el murmullo ruidoso de una ciudad antigua en plena ebullición: hombres robustos de cabellos largos y mujeres ataviadas con vestidos coloridos, decorados con sustancias vegetales, que van arriba y abajo entretenidos en sus quehaceres.

El fuego que enciende la lumbre en cada fogata, ardía con el mismo fulgor hace dos milenios cuando, en las proximidades del río Esla, se asentaba un pueblo de régimen matriarcal, en el que el hombre dotaba a la esposa y las hijas heredaban.

Tic, tac, tic, tac…

Una chispa escapa del madero que arde en la hoguera y vuelves, en un abrir y cerrar de ojos, al presente, y miras el fuego de nuevo…

El mismo fuego sigue ardiendo con la misma intensidad desde que la vida es vida; el fuego que calienta el hogar, que cocina los alimentos, que derrite el hierro en la fragua,…

El fuego llenó de calor, hace mucho, el corazón de un pueblo luchador, que lejos de extinguirse del todo, dejó las brasas de su esencia tras la hoguera.

Porque donde hubo fuego siempre quedan cenizas: Lancia.

Comments (9) »

Viajar

Mi mágico León: Yacimiento arqueológico astur romano de Lancia en el término municipal de Villasabariego, en León. Turismo.

Los cimientos del presente

Viajar… ¿para qué viajar?

Para descubrir, para conocer, para aprender, para valorar,…

Viajar para recordar, para sorprenderse, para visitar nuevos lugares,…

¿Cuántos habrán recorrido el Camino de Santiago a lo largo de la historia? ¿Cuántos cruzarían el Océano hasta llegar al Nuevo Mundo? ¿Cuántos?

Viajar no es sólo cosa del presente, el ser humano viaja desde que el mundo es mundo, desde que las migraciones a lo largo y ancho del planeta se producen por razones diversas, y hoy en día seguimos viajando, seguimos descubriendo…

Descubrimos las olas de una playa en Costa Rica, una hermosa puesta de sol en el Cabo Sunion de Grecia, la curiosidad quechua de Tilcara en el norte argentino y las pequeñas cascadas que salpican Baños de Agua Santa en Ecuador,…

Viajamos y nos encontramos con la grandeza impresionante de las pirámides de Guiza en Egipto, con la increible Machu Picchu de Perú, con la Acrópolis y su Partenón en Atenas, con la magnitud asombrosa de la antigua Petra en Jordania,…

Todos viajamos: de aquí para allí, de allá para acá, visitamos, recorremos, y descubrimos monumentos naturales, de belleza indescriptible, que nos dejan con la boca abierta, alucinando ante tanta hermosura.

Viajamos desde el presente, llegamos a otro lugar del planeta, y nos sumergimos en las huellas del pasado, descubriendo civilizaciones antiguas y de pronto, comprendemos ¡qué hubo algo más que griegos, romanos y egipcios!

Viajamos y comprendemos que hubo fenicios, partos, medas, elamitas, mesopotamios,..

Viajamos y descubrimos que hubo edomitas, nabateos, persas, aztecas, incas y mayas; hubo celtas e íberos, hubo cántabros y astures, y todos ellos dejaron su herencia…

De los pueblos que nos precedieron heredamos astronomía, matemáticas, arquitectura, filosofía,…

De los habitantes de otros siglos heredamos medicina, historia, tradiciones e idiosincracia, y… ¿sabes qué? si no nos hubiéramos detenido a leer su herencia, tuviera la forma que tuviera, nos lo habríamos perdido.

Cuando viajamos encontramos sabiduría, potenciamos la sensibilidad y el respeto, comprendemos mejor el mundo que nos rodea y percibimos que, las diferencias, nos enriquecen y hacen mejores.

Viaja por la geografía, descubre nuevos rincones, visita nuevos lugares y aprende, tal vez así descubras porqué este continente se conoce como la Vieja Europa, y más sabe el diablo por viejo que por pellejo, ¿no? Pues a ver qué nos cuenta la ciudad astur más importante de la historia: Lancia.

Comments (9) »

Buscando tesoros

Mi mágico León: Horno descubierto en Lancia. Yacimiento astur-romano. León.

Un tesoro desenterrado

Tesoro, voy a buscar un tesoro.

Voy a ir a una isla desierta y escarbar en la arena, cerca del agua, pero no tanto, ponerme manos a la obra y creer que puedo encontrarlo.

Voy a mirar un mapa, analizar el terreno, dejarme guiar por una brújula y trabajar mucho, sí, lo voy a hacer.

Creo que voy a Cuba, ¿o tal vez sea mejor una de las islas Fiji? ¿y si busco en Santorini? seguro que allí encuentro algo…

¿Dónde ir? Yo quiero encontrar un tesoro, algo único e irrepetible, algo que no se gaste fácilmente y que pueda compartir con el mundo entero. Quiero encontrar un tesoro que me enseñe, pero que lo haga en un idioma que podamos entender todos.

¡Uy! ¿quizá pido demasiado? ¿es mucho pedir algo perdurable, que pueda compartir con todo el mundo, que me enseñe y que sea único e irrepetible?

Dicen que si pides algo que realmente deseas, el universo se confabula para dártelo…

Déjame pensar: un tesoro duradero, único, irrepetible y docente…

¡Ya lo tengo!

¡Lo encontré! y no está en el Caribe, en Oceanía, ni en los confines del Mediterráneo…

Está aquí, en una maravillosa península al sur de Europa, en una preciosa provincia cargada de historia, sencillez y preciosidad, está en León…

Apareció un tesoro, ¡lo encontramos!…

¡Lancia!

Comments (7) »

El milagro terrenal

Mi mágico León: en el término municipal de Villasabariego se ha encontrado el yacimiento arqueológico de la mítica Lancia astur y romana.

Un milagro terrenal

¿Quién no ha pensado nunca en hacer un árbol genealógico de su propia historia?

¿Quién no se ha entretenido con la lectura de un buen libro en el que se narran aventuras extraordinarias o vivencias tan comunes como la propia vida?

Quién no ha disfrutado de una buena película esas tardes de domingo, en las que el frío azota el exterior, y se está tan a gusto tapadito en el sofá con una mantita…

Somos curiosos por naturaleza, a todos, en mayor o menor medida nos gusta saber, sobre el pasado y el presente, algunos, hasta intentan averiguar cómo será el futuro, cuando lo que realmente tenemos es el presente, y el pasado…

Siempre me gustó saber, descubrir viejos cachivaches en el pajar y preguntar -«¿qué es?»- y escuchar la voz de mi abuela o de mi padre contármelo, y luego, mirar fijamente el objeto y comprender, imaginar cómo ha sido la vida que ha poblado con su presencia.

El tiempo pasa, las personas se van, llegan otras, y las recibimos con alegría, pero siempre anhelamos volver a encontrar a aquel ser amado que ya no podemos abrazar…

Y, a veces, en cualquier momento del día, o de la noche, te encuentras contemplando aquella bonita fotografía de aquel día, u oliendo la chaqueta que tantas veces llevó para volver a sentir el aroma de su cariño…

A veces, el día menos pensado, te encuentras a ti mismo recordando sus palabras, leyendo su letra, recorriendo sus caminos, saludando a sus amigos…

Y la vida sigue pasando, y parece que las cosas se escapan, pero… no, no se van, las personas van y vienen, y cuando marchan se llevan el cuerpo y nos dejan sus cosas, comparten con los que quedamos aquello que formó parte de su vida, y lo que entonces pudo ser insignificante, toma luego un sentido revelador y especial, tan especial que no importa si es de oro o plata, si tiene diamantes o piedras preciosas, o si no es más que barro y piedras…

Las personas se van y dejan su vida grabada en la tierra que les vio nacer y crecer, la tierra que les vio amar y sufrir, sonreír y llorar, matar y morir…

La historia avanza y, a veces, nos sorprende con hallazgos llenos de magia incomprensible, hallazgos que sorprenden y te hacen sentir especial al saber que puedes contemplar la vida del pasado en el presente, al saber que puedes contemplar, con tan solo un poco de imaginación, el paisaje que otros ojos vieron y otros pies recorrieron…

La historia avanza y, cuando muchos ya no creían en la magia, se obró el milagro, sí, aunque sea terrenal, milagro, porque después de dos milenios, en la tierra de los antiguos astures, la capital del sur sigue luchando, como lo hicieron ellos.

La historia avanza y aparece Lancia. Gijón tiene Noega y León Lancia, dos capitales y un sólo imperio…

Y… ¿sabes qué? en el fondo, las cosas no han cambiado tanto: todo se hereda, mucho territorio y muchos pueblos pequeños jalonando el terreno, ¿porqué no una gran urbe?

Porque de los astures heredamos el sistema de poblamiento denso y disperso de aldeas autosuficientes, ¿te suena?

A mí sí…

Comments (4) »