La ciudad, ¡qué cantidad de cosas tiene la ciudad!, ¿verdad? Tiene cine, tiene teatros, a veces, también tiene metro.
La ciudad, ¿qué tiene la ciudad? La ciudad tiene gente, eventos, acontecimientos que llenan plazas, parques y salas…
La ciudad tiene prisas, compras, gasto, y un continuo goteo de cosas por hacer que, a veces, te aleja de lo que también te gustaría hacer.
Ahora, estás sentado frente a la pantalla del ordenador, y empiezas a recordar, la última vez que saliste de excursión a caminar fuera del ruido y el asfalto…
Empiezas a dejar la mente volar y te encuentras en cualquier lugar del mundo, silencioso, rodeado de naturaleza…
Empiezas a pensar y ves a unos niños jugando a pelota, ¡a pelota! si parece que ahora ya no hay sitio para la pelota, pero una pelota, siempre será una pelota…
Caminas, respiras aire puro, y encuentras un castillo, una ermita, o una pequeña iglesia en un pequeño pueblo, y es todo ¡tan pequeño!
No es una ciudad con sus cines, sus teatros, su tráfico, su progreso, pero… ¡lo tiene todo!
Tiene animales que a veces no se ven, pero se presienten; tiene rincones mágicos en los que las estrellas se acercan a la Tierra mucho más de lo que lo hacen en cualquier rascacielos de cualquier ciudad.
Tiene huertas cargadas de los más sabrosos colores, flores coloridas con los más dulces aromas, quesos elaborados con la mejor leche,…
El mundo rural, tiene maravillas encantadoras que te hacen revivir como revive el campo en primavera, cuando el duro invierno deja atrás el áspero frío y trae la alegría del buen tiempo.
El mundo de las montañas, los valles, los ríos y los campos, tiene iglesias preciosas, pedacitos de fe construidos en piedra, y son ¡tan hermosos! que hasta los más agnósticos reconocen su belleza, y, hasta me atrevería a decir que, en su sencillez reposada, se percibe una paz distinta…
En la tierra de León, hay una infinidad de lugares que descubrir, una multitud maravillosa de paisajes en los que soñar, un montón de pueblos únicos y preciosos con un monumento en común: su iglesia.
León: un mundo maravilloso que descubrir, y si lo que te gusta es el turismo rural y cultural, aquí lo tienes todo: en León, ¿dónde si no?