He estado unos días pensando…
Pensando en tantas cosas que quedan por escribir…
El otro día hablaba con un amigo, de esos que olvidas de vez en cuando pero nunca dejas de recordar, porque de una u otra manera, al final, siempre aparece.
El otro día hablaba con un amigo y, hablando, me dió por recordar un paseo y un paisaje, pero podría decir «muchos paisajes», porque cada imagen era un paisaje diferente, aunque el lugar fuera el mismo, el paisaje era diferente. Cada detalle tenía su propia connotación y sensación, cada partícula su propia definición del momento.
Dejé de hablar con mi amigo, y no pensé más.
Y ahora, me pongo a escribir, me pongo a pensar, y vuelvo a recordar paisajes maravillosos olvidados por la modernidad, y sonrío, ¡qué se queden así! ¡Olvidados!, para que los que creemos en los sueños hagamos realidad los nuestros, y cuando estemos agotados, desanimados, podamos encontrar a alguien que nos descubra lugares que soñamos y que siempre estuvieron ahí.
Te invito a descubrir una tierra que sólo puede ofrecerte el mundo sin falsedad ni artificio. Te invito a hacer amistades, aunque algunos sean esquivos y se nieguen a enfrentar cariños, no importa, el tiempo lo pone todo en su sitio, eso dicen…
Te invito a ser feliz, y mientras el resto de humanos se debaten en cuestiones terrenales, libera tu espíritu y disfruta del camino.
Te propongo un destino: León.
Descúbrelo.