Prenda

La eterna magia del atardecer

Llevo días pensándote, escuchando tu voz suave y cariñosa al otro lado del teléfono, recordando tu cariño en forma de pequeños regalos, como ese anillo que adorna mi mano y que durante tanto tiempo ha acompañado mis andares por este mundo.

Llevo días sintiéndote, mi prenda, sabiendo que te voy a echar de menos siempre, y sin saber cómo escribirte, cómo trasladar tantas emociones a un trocito de papel que lees desde allí, porque siempre estás vigilante, preguntando por cada una de tus personas queridas, cuidando desde lejos, porque desde cerca no podías.

Se acerca Navidad y te tocó marchar, al encuentro del Niño Dios, que hoy vuelve a nacer en los corazones buenos, llenos de gracias, de mercedes que derramar sobre el mundo.

Te voy a echar de menos, como se extrañan las puestas de sol de verano, que bañan de colores el cielo y salpican de calidez los paisajes.

Te voy a echar de menos, preciosa, como se añoran los sueños no cumplidos y los recuerdos que no llegaron a fraguarse, porque siempre estabas en mis planes, y voy a echar de menos que lo sigas estando.

Te voy a llevar conmigo, ¿sabes? Como te llevo desde siempre, con tus palabras y caricias tatuadas en el alma, con las huellas de tus besos protectores en mis mejillas de niña, con los caprichos concedidos y esa sencillez maravillosa de la que haces gala.

Te voy a llevar conmigo como llevo a los amores de mi vida, grabados en el alma, en los más profundo de mi ser, en un lugar donde ni el tiempo ni el olvido pueden acceder, en un rincón donde solo tienen cabida las cosas bonitas, y sexys, muy sexys, pizpiretas, alegres, divertidas, placenteras…

Te voy a llevar conmigo de excursión, tita, ¿vienes? Yo sé que sí.

¡Ven! Que te voy a enseñar un mundo lleno de atardeceres eternos y amaneceres al canto de las golondrinas, de mañanas llenas de luz y corzos merodeando por la Cuesta, oyéndose desde el corral…

Te voy a llevar a mi lugar mágico, donde siempre estáis, donde el tiempo pasa suave, delicado, silencioso, respetando las siluetas de otros tiempos, donde las cosas siguen en el mismo lugar que se posaron, donde el cielo es azul intenso y la tierra verde brillante, donde el presente y el pasado se abrazan, donde las nubes son de algodón y las cerezas del color de la pasión.

Te voy a llevar a Cifuentes, tita, y cuando vuelva, volverás conmigo, porque allá donde vaya yo, también vienes tú: mágica, preciosa, eterna… como el amor, que cuando es sincero, no entiende de muertes ni olvidos, porque más allá del cuerpo, está el alma, y más allá del horizonte: Mi mágico León.

Mágica, preciosa, eterna… siempre tú.

5 respuestas so far »

  1. 1

    Patrichueck said,

    A mi tía Mercedes, con todo el amor del mundo. TQ, prenda.

  2. 2

    CAMINO said,

    Enternecedor, cariño infinito, bellezacinterior, en definitiva precioso escrito. Me gustaria tener a alguien a quien recordar de esa manera. Emocionada con tus escritos. Un abrazo

  3. 3

    Isabel said,

    Que escrito tan sentido, como me gustaria saber expresar los sentimientos , así con esa ternura.. abrazos.

  4. 4

    […] el astro rey llena de magia el paisaje, pintando el mundo de colores… en Barcelona, en León, en Almería, en Madrid, en […]

  5. 5

    […] Hablar de León es hablar de un lugar en el que mi memoria deja paso a los recuerdos allá donde ella misma pierde la noción del tiempo. Conocí sus tierras hace ya mucho, puede que desde siempre, pues no recuerdo exactamente cuándo fue el momento ni el lugar exacto, pero en algún momento de mi existencia pasó a formar parte de mi vida y se quedó por siempre, impregnando mi vivir con ese aire a campo que se respira en Cifuentes, en Cifuentes de Rueda. […]


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