El gran monasterio

Mi mágico León: las ruinas del gran Monasterio de San Pedro de Eslonza. León. Turismo.

Las huellas del pasado

Navegar por la historia es entender el presente, es descubrir el porqué de tantas cosas que pasan desapercibidas si no las miras con la curiosidad de un niño que pregunta constantemente «¿y por qué?».

Al igual que las personas tenemos memoria y cuando perdemos recuerdos, nos sentimos más vulnerables y nos parece que, una parte de nuestra propia vida, se escapa en las memorias que ya no podemos recordar, la tierra también tiene memoria, también habla con sus colinas y sus ríos, con los amaneceres y la belleza infinita de la oscuridad celeste, coronada por la bella dama de la noche.

Al igual que los segundos que forman el tiempo se quedan en la piel y se entrelazan con los latidos del corazón, la historia del ser humano se construye día a día, momento a momento, con los minutos llenos de segundos que dan vida a quienes poblamos este hermoso mundo que hemos heredado.

El tiempo pasa y deja huellas hermosas, aunque algunos no las sepan apreciar, y sigue pasando el tiempo…

Y hubo un tiempo en que el nombre Eslonza llenaba de admiración y respeto la tez de quien lo oía mencionar, hubo un tiempo en que el gran monasterio reinaba en los campos y las almas, y la orden benedictina representaba el Ora et Labora que San Benito hizo famoso.

El tiempo pasa y las cosas cambian, se metamorfosean y transforman, pero no desaparecen, nunca desaparecen del todo, siempre dejan su huella, y como un recuerdo, como la foto de quien se fue y uno se pregunta si volverá a ver, dejan impresiones en el alma y el cuerpo, impresiones que el tiempo no borra…

Las personas dejan recuerdos imborrables de la mente y el corazón, los monumentos dejan su vida en las piedras, a veces, convertidas en ruinas, ¡y qué ruinas!

En el pequeño Santa Olaja de Eslonza, olvidado de la multitud que desconoce la elegancia y magnificencia de todo un señor monumento, está la grandeza singular del gran Monasterio de San Pedro de Eslonza, el segundo monasterio más grande la provincia de León tras el poderoso Monasterio de San Benito de Sahagún.

No muy lejos de allí, los monasterios de San Miguel de Escalada, Santa María de Gradefes y Santa María de Sandoval hablan de historia, de tradición, de caminar peregrino y de religión…

Cuando pases frente a unas piedras que delatan una forma casi perdida, detente y pregunta: -«¿y por qué?»- tal vez así descubras que por algo somos quienes somos y estamos donde estamos.

4 respuestas so far »

  1. 1

    Patrichueck said,

    Porque el respeto por el pasado nos hace más libres, respetemos los vestigios que hemos heredado, aprendamos de nuestros ancestros, valoremos lo bueno que hicieron y reconozcamos lo malo, para no repetir lo que no debería haber sucedido nunca.

  2. 2

    BERNARDO BECARES said,

    Fenomenal relato, estas haciendo una labor impresionante, me gustaría expresar lo que me hace sentir pero lo mio no es escribir, muy bonito de todo corazón, se nota que sientes lo que escribes, gracias por deleitarnos con relatos tan bellos.

  3. 3

    xose luis said,

    Dicen que la gente que olvida su pasado, esta condenado a repetirlo. Que la mejor forma de ganar una batalla, es dividiendo las fuerzas del enemigo. Parece ser que esta frase era de Cesar, Julio Cesar, imperatos.
    Nosotros, cazurros, donde los «aiga», nos matamos unos a otros, diciendo bobadas, mirandonos el ombligo, mientras nuestros enemigos, van restando las bajas, y se frotan las manos cada vez que uno de nosotros cae.
    Felicidades por el blog, la lucha, continua.

  4. 4

    […] escondida, admirada, amada, está una provincia llena de castillos, y puentes, de monasterios e iglesias que hablan de un pasado poderoso y novelesco; hay una tierra recorrida por las sendas […]


Comment RSS · TrackBack URI

Deja un comentario