Allá voy

Mi mágico León: camino al cementerio de Cifuentes de Rueda, León.
Ganas de ti

¡Allá voy! Con el entusiasmo enganchado en la sonrisa, con la sorpresa de lo inesperado hecho realidad, con esas cosquillas en el estómago que te dan ganas de gritar diciendo: -«¡Qué voy! ¡qué voy! ¡qué me voy al pueblo!»-

¡Allá voy! con centenares de horas al teléfono clavadas en el corazón, con las mil bobadas que hacen reír, con  las seriedades cuando hace falta, con… con montones de planes soltados al aire que… quién sabe… igual se cumplen, no sé.

Voy, no sé si hoy, mañana o pasado, pero que voy, voy, de eso no hay duda. Y entonces… me van a poder las ganas de salir corriendo de la capital, dirección a tierras del Esla, y respirar ese aire puro que huele a… ¡tantas cosas!

Huele a recuerdos entrañables, esos que viven enganchados en la boca del estómago, y cuando los piensas, parece que se quieran escapar atravesando la piel, y como no pueden, te sientes tan… llena de energía, tan eufórica, que dan ¡ganas de salir corriendo!

Corriendo a los brazos de los grandes amores, para volver a abrazarles con una sonrisa en los labios y una lágrima en los ojos, una lágrima, sí, ¿acaso no tiene derecho a escapar de vez en cuando de esos ojos que tanto brillo guardan en su mirada?

Tranquilidad, paseos y pipas, ¡que no falten las pipas! y las cigarras cantando bajo la solana, los grillos cuando cae la noche, y a veces, hasta luciérnagas se ven.

Tranquilidad, risas, amapolas salpicando los campos, y al poco, se oye la música de esa discoteca móvil que anuncia «Grandes fiestas en… » aunque esas cosas las diga la radio, pero la música las dice de otra manera.

Allá voy, con la maleta cargada de sueños, recuerdos, anhelos, y chaquetas, tejanos, faldas, sandalias, botas… ya sabes, cosas que te vistan de colores y alegrías cuando las estrellas salpican el cielo, y las miradas se cruzan entre la amistad, la confianza y la picardía, sí, a veces, también la picardía.

El tiempo no pasa, ¿quién ha dicho que el tiempo pasa? El tiempo no pasa. Pasan algunas personas que jugaron a ser lo que no eran, y entonces, te descubres de nuevo con la misma alegría que entonces, con las mismas ganas de rumbas y frío, porque pasar un poco de frío forma parte del paquete, ¿y sabes qué? ¡No lo cambio por nada!

Cifuentes, mi querido Cifuentes, y Villacidayo, y Quintanas, Valdealiso, Casasola, Rueda, Gradefes, Sahechores, Villahibiera, hasta Mellanzos y Villarratel, Las Muelfas, algún corzo atravesándolas cuando no lo esperas, ¡y mis ganas por volver a recorrerte, León!

7 respuestas so far »

  1. 1

    Patrichueck said,

    Ruteras, Leonas, Don Brujo, ya sabéis, ¡va por ustedes!

  2. 2

    […] quiero vivir sin Azadón, o sin Cifuentes, sin Prioro, Villacidayo, Ambasaguas, Sahagún o Herreros, no quiero vivir sin cada rincón de mi […]

  3. 3

    […] Te quiero y me emociono al pensar en ti, y en que en ti, también mora mi hogar. […]

  4. 4

    […] te echo de menos, y no hace tanto que caminamos juntos, pero te echo de menos… echo de menos sentir el frío fuera y el calor dentro, la […]

  5. 5

    […] de paz mientras el astro rey llena de magia el paisaje, pintando el mundo de colores… en Barcelona, en León, en Almería, en Madrid, en […]

  6. 6

    Camino said,

    Mi profundo norte, Boñar, Palazuelo, La Losilla, Las Bodas….cuantos recuerdos…voy a volver, un día de estos. Junto al rio, mirando a esa preciosa montaña, están mis padres, les oigo, susurrar ¡mi niña! Gracias Patrichueck por hacerme recordar. Sigue escribiendo ¡¡por favor!!


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